fotocompulsión

Madrid está plagada de publicidad de vueling (buscando nubes) pero los madrileños (y de otras partes) parece que las hemos esquivado con éxito. Hace semanas, entre ésta y la anterior en Valencia, que no recuerdo cómo es un cielo no azul al completo. Temo que con la vuelta de mi hermana a Italia, coincidiendo con mi girl Lacalle, que mañana marcha a Nueva York, vuelva el gris a esta ciudad asesina. Sí, mi hermana ha estado aquí unos días. Pero echa ya de menos Bologna, la maldita. Menudo plan.

Reflexiones:

Hemos estado observando mucho esta ciudad ella y yo. Por ejemplo, es gracioso ver a los madrileños (que ya no son sólo los guiris) summermaníacos y con prendas de verano que aún deberían estar en el 2º armario de sus dormitorios. ¿Lo veis normal? Camisetas de tirantes, pantalones cortos, sandalias, etc. ¡Estamos en marzo! ¿Cómo vestirán en agosto, me pregunto?

Los hermanísimos en Madrid:



Nuestra llegada a la capital fue un poco a la vez. Juntos fuimos de Barajas al centro de la ciudad. Y la tarde resultó interesante al acabar en una sala de cine en Callao viendo Los Abrazos Rotos de estreno. Nos encantó. Me gusta que Almodovar sea cada vez más Almodovar. Tú dices love, yo digo sexo. Un papel para Penélope casi incluso más interesante que el de Vicky Cristina Barcelona, quizá un poco ¿autobiográfico? Llegué a pensarlo, la verdad. Mi hermana apuntó palabras resumen de los días en mi agenda de la Complutense: retiro con Milú, ráfagas + caos, picnic en Plaza de España, museo de El Prado, malasaña, templo... Y nos cruzamos con el gran genio Pedro Almodovar por Gran Vía. Empezamos la primavera en Toledo, al fin conocí el rastro, nos hicimos fotocompulsivos, dividimos a su vez las fotos en ocho y más. No hemos encontrado las nubes, pero hemos sido diurnos. Más bailes y menos drogas. How to do a water melon juice?

j&m